Reseña del Libro “El Caso García”
Resulta paradójico: Alan García quién ha buscado la gloria política durante más de 30 años, pese a todos sus esfuerzos termina siendo percibido por la población como un gran ladrón.
Este 2017 Editorial Planeta ha lanzado con gran éxito la reedición del libro “El Caso García” escrito por Pedro Cateriano, texto publicado originalmente en 1994 que recoge el trabajo realizado por las comisiones del Parlamento sobre la investigación al primer gobierno de Alan García (1985 – 1990).
Gobierno que las nuevas generaciones no vivimos, pero que de alguna manera tuvimos alguna referencia o información a través de nuestras familias, de los comentarios políticos o de los medios de comunicación. Por eso brevemente contextualizaremos algunos hechos.
Un joven Alan García obtuvo el 46% de los votos en las elecciones generales de 1985, derrotando a Alfonso Barrantes, candidato de Izquierda Unida (IU); además logró que el Partido Aprista Peruano (PAP) obtuviera mayoría en el Senado y la Cámara de Diputados. Luego de la declinación de Barrantes a participar en una segunda vuelta, debido a la ventaja con la que contaba su rival; García fue proclamado Presidente de la República a los 36 años y logró que el PAP alcanzara por primera vez el gobierno nacional.
García en los primeros años de su gestión logró conseguir un amplio respaldo de la población debido a su carisma, su gran habilidad oratoria y a las políticas económicas heterodoxas que le permitieron realizar grandes megaobras y proyectos sin mayor oposición. Pero esta situación no duró los 5 años; primero, la economía del país entró en una gran crisis debido al legado de los gobiernos anteriores y al mal manejo económico del gobierno, lo que significó que el país atravesara por una histórica hiperinflación, el agotamiento de las reservas y un aislamiento del mercado internacional. Segundo, la violencia provocada por el terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA amenazaba cruelmente la vida de los ciudadanos y el gobierno no lograba detenerla. Tercero el intento de estatizar la banca generó una nueva oposición de centroderecha organizada que agitó el manejo político estable que tenía el gobierno. En perspectiva un gobierno que comenzó con una gran aceptación ciudadana terminaba dejando al país una situación cuasi apocalíptica y contribuiría a la caída del régimen democrático en 1992.
Pero el gobierno de García no solo sería recordado como un desastre económico sino que además se vería afectado por la sombra de la corrupción. Acusaciones de malos manejos, irregularidades y presuntos delitos serían investigados por el Parlamento.
El desarrollo de estos procesos que nos narra de manera documentada este libro, comprometieron a Alan García en múltiples casos y probaron un desbalance patrimonial de 300,000 dólares. Contrariamente a lo que un considerable sector de la sociedad cree o ha creído, si existen pruebas.
La confesión de Sergio Siragusa ante la justicia italiana, empresario que promovió la realización del Tren Eléctrico, de haber negociado y realizado un soborno a García a través de un testaferro. La confesión de Alfredo Zannatti, cuyas empresas fueron favorecidas con 25 millones de dólares MUC. Las cuentas del Gran Capitán, el Caso BCCI y los Mirage. Conociendo los hechos narrados en este libro, podemos entender todo el origen de la fortuna personal de Alan García y su exilio desempleado en París.
También, hay temas de fondo que el libro nos permite conocer.
El sistema de control y justicia de la época, construido durante la vigencia de la Constitución de 1979 era limitado y mostraba deficiencias. Las Comisiones Investigadoras del Congreso no podían levantar el secreto bancario, esa atribución era exclusiva de un juez; y los recursos con los que contaban eran muy limitados. La burocracia, lentitud de procesos y permeabilidad de corrupción en el mismo Poder Judicial eran problemas que generaban desconfianza ciudadana en esos tiempos, lamentablemente esa situación no ha cambiado demasiado.
La conveniencia moral de muchos políticos. Lourdes Flores, parlamentaria que sustentó las acusaciones contra García en EE.UU, fue candidata de una alianza con García. Ántero Flores Araoz y Rafael Rey miembros de Comisiones dictaminadoras, fueron sus Ministros de Estado. Al parecer para ellos la moral prescribe.
Y no es posible olvidar a Manuel Dammert, actual congresista. Este libro recuerda un comportamiento de colaboración cuando era diputado con García que cumple sus vergonzosas bodas de plata.
Lamentablemente 23 años pasaron, el sistema de justicia a pesar de las pruebas no sometió a García a juicio y la prescripción de los delitos permitió que saliera impune. Y es ese el verdadero problema, la impunidad o la sensación de la misma. No pretendo con estas líneas decir si García es culpable o inocente, eso lo debe decidir un Poder Judicial autónomo, eficiente e imparcial que nos recuerde que todos somos iguales ante la ley y que no importa cuánto dinero o poder tengamos, si cometemos un delito terminaremos en la cárcel.
Finalmente, es de conocimiento público que Alan García posee un ego colosal, que lo ha llevado a buscar dejar una huella en la historia. Ha logrado contra todo pronóstico ser presidente en 2 periodos, ha buscado en 2016 lograr un tercer mandato y conseguir el récord de ser el presidente democrático con más periodos de gobierno, pero no lo ha conseguido debido al rechazo que su imagen actualmente genera en el electorado.
Pero hay un hito histórico que García jamás podrá borrar, ser el Primer Presidente acusado en 1991 por el Congreso por varios actos de corrupción.