#ElPerúQueQueremos

Presidente Vladimir putin (Izquierda) Presidente Xi jinping (derecha).

Autoritarismos de Oriente

Resulta preocupante que los líderes de 2 de las potencias más importantes, acumulen poder y hegemonicen la política de sus naciones: estados dictatoriales o autoritarios respectivamente; debido a la influencia que ejercen en diferentes campos sobre las demás naciones del mundo.

Publicado: 2018-05-29

Nos hemos dedicado por mucho tiempo a analizar y debatir la democracia en América Latina y Europa, siendo motivo de debate constante en la mayoría de medios de comunicación si Cuba o Venezuela son democracias o dictaduras. Pero se evitado poner atención a la situación de la democracia en Asia, concretamente los casos de China y Rusia

Para esta columna es claro que Cuba es una dictadura de partido único y Venezuela ha tenido desde 1998 con el Chavismo, un gobierno autoritario que fue avasallando las instituciones democráticas y que ha devenido, durante la presidencia de Maduro, en una dictadura que utiliza los mecanismos e instituciones republicanas para dar una apariencia democrática a un gobierno autoritario que ha provocado una crisis económica y expone a su población a una crisis humanitaria.

Nos enteramos constantemente por los diversos medios de comunicación de la situación y los abusos vividos en Venezuela, pero cuando abordamos el caso de China y Rusia tenemos un notorio silencio o una manipulación marketera para soliviantar a ciertos sectores de nuestra sociedad.

Desde 1949, la República Popular China, se convirtió en una dictadura de partido único bajo el liderazgo de Mao Zedong, quién con la revolución china llevó al Partido Comunista al poder; implementando así un régimen socialista que duraría hasta su muerte y que sería reformado en 1978 asumiendo y adaptando el modelo capitalista a su nación. Es así como China con el pasar de los años se volvió una potencia económica pero este progreso económico no se vio acompañado de un desarrollo democrático, por el contrario se fortaleció el régimen autoritario y hasta la actualidad la dictadura de partido único se mantiene. Aunque adaptando de cierta forma los conceptos de alternancia y elecciones a este sistema para permitir que el poder no se concentre por mucho tiempo en determinadas personas.

Hace unas semanas este modelo ha sido cambiado, debido a la acumulación de poder del Presidente Xi Jinping, que mediante el control mayoritario que tiene sobre la Asamblea Popular Nacional ha logrado eliminar el límite de 2 mandatos de la Constitución Política, habilitándolo para permanecer en el cargo de manera indefinida. Si un régimen de partido único ya era preocupante, ahora que el partido único dependa del liderazgo de una persona no trae buenas noticias.

En el caso de Rusia, luego de la caída de la Unión Soviética (URSS) y su disolución en 1991, se fundó la Federación Rusa con un régimen de república semipresidencialista; que desde el ascenso de Vladimir Putin al poder ha ido retrocediendo en libertades democráticas y visto cómo se van debilitando sus instituciones. Vladimir Putin se ha convertido en el presidente que más tiempo ha gobernado a la república rusa, asumió como presidente interino el 31 de diciembre de 1999 y ganó las elecciones en marzo del año 2000, reelegido en el 2004, dejó la presidencia en 2008 a su delfín político Dimitri Medvédev y se convirtió en primer ministro de su gobierno hasta que retomó la presidencia en 2012. Finalmente el pasado domingo 18 de marzo de 2018 ganó su reelección en elecciones cuestionadas por las fuerzas de oposición con alrededor del 70% de los votos.

De esta forma y recurriendo a enroques gubernamentales Putin se ha mantenido en el poder Ejecutivo de Rusia desde 1999, dirigiendo a su país y acumulando poder durante casi 18 años. Derivando en un ejercicio del poder altamente autoritario y persiguiendo a los opositores, las últimas elecciones se volvieron un mero trámite y una farsa para mantener las formalidades ante la opinión pública nacional e internacional.

Pero Putin no solo ha logrado hegemonizar la política de Rusia, así como China se ha convertido en una potencia económica y política, ha logrado mantener a Rusia como una potencia política y económica debido al antagonismo que mantiene hábilmente con Estados Unidos. Esta posición sumada a una buena estrategia de marketing sobre su persona lo ha convertido en un líder seductor y positivamente apreciado por varios sectores que tienen posiciones contra el llamado imperialismo yanqui, respaldan la presencia de la mano dura o alaban el belicismo militar. De esta forma muchas personas que conozco de diversas orientaciones políticas terminan convirtiéndose en parte del club de fans de Putin, tal parece que no solo nuestra democracia es precaria por nuestra valoración del ejercicio del poder o por la falta de interiorización de los valores democráticos sino también porque buscamos a un tirano que nos oprima.

Resulta preocupante que los líderes de 2 de las potencias más importantes, acumulen poder y hegemonicen la política de sus naciones: estados dictatoriales o autoritarios respectivamente; debido a la influencia que ejercen en diferentes campos sobre las demás naciones del mundo. Es momento de que no solo nos defendamos del imperialismo de Estados Unidos.


Escrito por

Christopher Gambini Martínez

Bachiller en Ciencia Política de la UNFV. Temas de investigación e interés: Sistema Político, Democracia y Análisis Político.


Publicado en